Desde 1879 se reglamentó la ubicación de los establos en la ciudad. Éstos se encontraban en algunas plazas como la de San Pablo, El Árbol, Salto del Agua, Juan Carbonero, Santa Clarita, Santa Ana, La Soledad, El Carmen, San  Sebastián y San Lucas, entre otras. La que aquí aparece es la plaza de la Concepción Cuepopan, frente a la iglesia de lo que fue el convento femenino más antiguo de la Nueva España, hoy sobre la calle Belisario Domínguez.

En imágenes como esta se refleja la persistencia de la tradición rural en una ciudad  que se debatía por alcanzar los más logrados avances modernizadores.